Identidad y alcance
La codificación es el proceso mediante el cual el emisor transforma una idea, pensamiento o información en un mensaje estructurado a través de un código compartido. Constituye la fase inicial del acto comunicativo, donde los significados se convierten en signos lingüísticos, visuales, sonoros, digitales o multimodales, con el fin de ser transmitidos y comprendidos por el receptor.
Función comunicativa
La codificación asegura que la intención del emisor se materialice en un mensaje inteligible y pertinente. Implica seleccionar el código adecuado, organizar los signos de manera coherente y adaptarlos al canal y al contexto comunicativo. En este sentido, la codificación no es un acto mecánico, sino una operación estratégica que define la claridad, la eficacia y la relevancia del mensaje dentro de la interacción social, cultural y tecnológica.
Evolución y responsabilidad
En la era contemporánea, la codificación se amplía hacia entornos digitales y transmedia, donde los mensajes se construyen mediante lenguajes multimedia, algoritmos y narrativas interactivas. Este proceso exige responsabilidad ética, pues la forma en que se codifica la información influye directamente en la interpretación, la credibilidad y el impacto social del mensaje. Desde la visión del Colcombc, la codificación es más que un procedimiento técnico: es un acto cultural y profesional que conecta la intención del emisor con la comprensión del receptor, fortaleciendo la comunicación como fenómeno humano y social.
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